Hasta el momento existe poca información de los efectos que tiene el COVID-19 sobre el corazón, pero no hay ninguna evidencia de que las personas con cardiopatía familiar tengan más probabilidades de infectarse. Sin embargo, las personas con enfermedades cardíacas crónicas, como insuficiencia cardíaca, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave si contraen la infección. Como todavía no podemos identificar a las personas con miocardiopatía con mayor riesgo, le recomendamos que se considere en la categoría de riesgo y siga de forma estricta las recomendaciones del Ministerio de Sanidad:
-Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
-Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable.
-Evitar cualquier contacto innecesario con otras personas.
-Si no queda más remedio que hablar con otra persona, hacerlo mínimo a un metro y medio de distancia.
-No acudir a revisiones salvo que sea imprescindible o por urgencia. En caso de duda contacte con su cardiólogo.
-Extremar la adherencia al tratamiento médico y evitar la ingesta excesiva de líquidos (no superar los 2L al día)
-Ante cualquier síntoma (fiebre, tos y dificultad para respirar), quedarse en casa y contactar telefónicamente con los servicios de salud.