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La fístula arteriovenosa es una unión entre una arteria y una vena que tiene como objetivo conseguir una vena dilatada para poder realizar la hemodiálisis.

Posoperatorio inmediato:

    • Deberá mantener la zona quirúrgica seca.
    • Mantendrá el brazo de la fístula elevado, sobre la altura del corazón para evitar edemas.
    •  A partir de las primeras 24-48 horas de la intervención deberá  realizar movimientos suaves con los dedos y brazo de la fistula para favorecer la circulación sanguínea, pero evitando los ejercicios bruscos.
    • No realizar una flexión completa del brazo.
    • Deberá mantener en todo momento el apósito limpio y seco, cambiándolo si estuviera sucio o húmedo.
    • En caso de sangrado, deberá realizar una compresión con los dedos de la otra mano y acudir a urgencias. 
    • En caso de dolor intenso de la mano o si está fría y pálida, puede ser que la sangre no  llegue bien a la mano y deberá acudir a urgencias.  
    • Evitar situaciones que puedan favorecer la contaminación de la herida.

Cuidados durante la maduración para favorecer la dilatación de la vena: 

    • Tras una semana de la intervención, o cuando los profesionales se lo indiquen, realizará ejercicios masajeando una pelota de goma durante 10 minutos, varias veces al día. Cuantas más veces, mejor.   

Cuidados durante el periodo de utilización de la fístula: 

    • Realizar una higiene adecuada de todo el brazo de la fistula con agua templada y jabón antes de entrar a la sala de diálisis. 
    • Mantener la piel hidratada para evitar la aparición de heridas.
    • Cuando  haya iniciado el tratamiento con hemodiálisis, se retirará el apósito que cubre los sitios de punción al día siguiente de la sesión. Si el apósito queda pegado a la piel es conveniente humedecerlo con suero fisiológico, para evitar lesiones que favorezcan sangrado o infección.
    • Nunca ha de levantarse la costra de la herida.
    • Si presenta sangrado por el orificio de la piel correspondiente a la punción, se debe presionar con una gasa, comprimiendo suavemente con los dedos del mismo modo que en la sesión de diálisis. Si el sangrado no cede en un tiempo prudencial, debe acudir a un centro sanitario para su valoración.
      
Evitar la compresión externa de la extremidad de la fístula ya que puede impedir que la sangre circule normalmente y provocar que se pare la fístula (trombosis), para ello: 

Nunca se colocará un vendaje circular compresivo.
    • No permitir que le midan la tensión arterial ni le efectúen punciones en el mismo brazo de la fístula. 
    • Evitar golpes y cualquier compresión sobre la fístula.
    • No usar ropa apretada, relojes, pulseras, vendajes oclusivos ni dormir apoyado sobre el brazo de la fístula. 
      
Otras recomendaciones: 

    • Evitar cambios bruscos de temperatura (por ejemplo saunas…).
    • No levantar peso ni realizar ejercicios bruscos o ejercicio de impacto con ese brazo.
      
Vigilancia de la fístula para conseguir que se conserve el mayor tiempo posible y efectuar la diálisis a través de la misma : 

Deberá realizar una exploración DIARIA de la fístula:
 Deberá observar todo el brazo de la fístula por si ve algo anormal (enrojecimiento,  supuración, frialdad, palidez...), ante los que deberá comunicarlo inmediatamente a su médico o centro de referencia.
 •​Deberá palparse la fístula para ver si funciona ( usted notará una corriente o vibración, lo que significa que funciona). En caso de ausencia de dicha vibración, dolor, calor o endurecimiento deberá comunicarlo inmediatamente a su médico o centro de referencia. 





Servicio de Nefrología
Unidad de Enfermería